¿Cuánto cuesta hacer una app?

¿Cuánto cuesta hacer una app?

Quiero adelantar que este post no pretende responder la pregunta con un monto, sino más bien analizar este tema para alguien que busca construir una app y visualizo que no es una persona técnica.

El costo de una app, al final de cuentas, puede ser literalmente cualquier cosa. Puede costar desde unos quinientos dólares si consigues a alguien que cobre barato, o subir a varios miles de dólares.

Porque claro, más que todo, las preguntas que yo haría son:

  1. ¿Qué quieres que el aplicativo haga?
  2. ¿Realmente, técnicamente, cuánto tiempo y dificultad conlleva?

Esta es una ilustración de aproximadamente cuánto son los salarios de un desarrollador de apps en Panamá para 2025:

Basado en datos de Talently actualizados al 30 de mayo de 2024, y en estimaciones de sitios como Computrabajo y PROSFY para 2025. Vía ChatGPT. Nota: Usada solo para fines ilustrativos y referenciales.

Yo, en lo particular, discrepo con la cifra, pues pensaría que ya hay desarrolladores en empresas que ganan más de $3,500.

Y claro que, en este caso, estoy súper simplificando la respuesta, pues en la realidad todavía no agrego cosas importantes como el costo del diseño gráfico, la gestión del proyecto, licencias, espacio físico y, sobre todo, el costo de los servidores que alojan la app. Adicional si necesitas más de un programador en tu equipo.

Pero bueno, esto ya te da una idea de la parte económica.


“El modelo de negocio” y el anti Field of Dreams

Esta es la parte que a mí me preocuparía más: revisar bien el modelo de negocio. Siento que muchas veces soñamos con hacer apps, y en nuestra visión…

En la película Field of Dreams hay una escena y una frase que siempre recuerdo:

“Si lo construyes, ellos vendrán.”

Bueno, las apps —y puedo decir que muchos proyectos de tecnología— son todo lo contrario.

Si lo construyes, no sabes si ellos vendrán.

No puede ser una lotería, a menos que tengas recursos ilimitados para gastar, hacerla y luego probar.

Mi recomendación ante cualquier tema como este es ir más al estilo de:

“Probar lo antes posible.”

Y esto lo puedes lograr con múltiples herramientas que muchas veces no tienen costo.

Algunos ejemplos:

Ejemplo 1:

Si tu app es un marketplace o una tienda, usa Shopify, o lanza tus productos en redes. Construye una comunidad hasta que el mercado te obligue a moverte a una app.

Ejemplo 2:

Si tu app es de rankings, reviews de autos, hoteles, etc., o una guía de los mejores servicios del país, comienza invirtiendo lo menos posible. Prueba tu idea en redes, abre un Instagram o un blog en algún portal más económico para que puedas validarla. Hazla crecer. Si tu contenido es bueno —y le gusta a un público— lo notarás.

Ejemplo 3:

Obviamente hay apps que son más complejas. Por ejemplo, si quieres hacer una app para extraer datos de las facturas de tus clientes y llevar un registro de gastos, u otros temas tecnológicamente más complicados, en esos casos no se puede probar con software genérico. Ahí sí toca pasar a modelos de prototipado, pensando siempre en poder probar el modelo lo antes posible.

Pero mi resumen es este:

Antes de comprometer recursos, trata de validar la idea o busca la forma de iterar a escala.

Cásate con tu equipo de desarrollo

Aprovecho este espacio para meter un comercial:

En una app, lo peor que puedes hacer es subcontratar a una empresa o persona pensando que te van a entregar una versión final y “¡ciao pescado!”

La última versión nunca va a ser la versión final.

Por eso, la parte técnica tienes que sumarla a tu equipo. Y, de antemano, te doy un consejo:

Las cartas sobre la mesa.

He visto —y me he topado— con personas que quieren asociarse para hacer proyectos de este tipo, pero solo por la idea ya quieren ser dueños del 50% del producto. Y esto no siempre es válido. Porque una idea, sin capital, sin otro tipo de talento, contactos u otros aportes valiosos, puede generar muchos problemas a futuro.

Imagina un proyecto que tome un año. Uno de los socios tiene el 50% y solo puso la idea. El otro dueño del 50% invirtió horas y horas de trabajo, noches, sábados, equipo, pruebas…

Y al año se dan cuenta de que el proyecto no funcionó. ¿Quién pierde?


La finalidad de este artículo, aunque no lo parezca, no es desmotivar a quienes quieren hacer apps.

Sino más bien dar un marco de referencia que les permita saber lo que les espera y tomar decisiones basadas en la realidad.

Para que los proyectos no fallen y tengan un gran éxito.